La evolución del Blockchain
Pueden distinguirse tres momentos en la evolución de la blockchain:
1) Blockchain 1.0: se la utiliza exclusivamente vinculada a criptomonedas, a transferencias de criptomonedas como bitcoins, a nuevas formas de envío de dinero y como sistema digital de pagos.
2) Blockchain 2.0: donde se la utiliza como una especie de contrato, que puede utilizarse en relación a variados objetos: acciones, bonos, préstamos, contratos de futuro, hipotecas, inversiones, crowdfunding, y en general, toda clase de Smart Contracts y smart property. En una primera instancia, aparecen los contratos tipo Dapps; en una segunda instancia aparecen las DOs y los DAOs que ya cuentan con una especie de constitución que codifica sus reglas para que todos los interesados puedan verlas y aceptarlas, inclyendo las DACs, que son DAOs bajo una forma particular de organización legal; y en tercera y última instancia, aparecen las DAS, que combinan todos los anteriores.
3) Blockchain 3.0: este estadío, “exporta” sus bondades a otros sectores no tan vinculados a los servicios financieros, hacia el área del gobierno, la cultura, el arte, la salud, la ciencia y la literatura
Tempo DAO es una bifurcación del ya exitoso Olympus DAO disponible en Avalanche Network.
El token TEMPO es una moneda de juego revolucionaria respaldada por reservas para el metaverso. Tempo DAO utilizará la moneda respaldada por reservas TEMPO para ayudar a establecer una tesorería que recompensará a todos aquellos que decidan participar en el proyecto.
¿Qué hace que Tempo DAO sea único? Nuestro objetivo es que Tempo DAO revolucione el espacio Earn2Play y Gamefi con la primera moneda respaldada por reservas que se utiliza para respaldar múltiples proyectos relacionados con juegos, NFT y máscaras.
Será similar al modelo Steam creado por Valve, pero se centrará más en recompensar a los usuarios con activos reales.
La blockchain 2.0 genera interesantes debates para el Derecho.
En efecto, y puntualmente en relación a las DACs, decentralized autonomous corporations, se ha señalado que la blockchain permitirá directamente iniciar una nueva era en la forma de organizar negocios.
Así, se espera que surjan las DACs, empresas que son directamente codificadas en la nube, basadas en algoritmos, configuradas para realizar ciertas actividades que crean valor. Incluso se sostiene que Bitcoin –el protocolo, no la moneda– es, de hecho, una DAC per se:
i) su código corre en los nodos de la red;
ii) cualquiera que tenga un bitcoin, es un “accionista”;
iii) los “dividendos” se distribuyen proporcionalmente, en forma de black rewards a los mineros; y
iv) tiene un sistema de gobierno –corporativo– on-chain que es el protocolo de PoW, por el cual los mineros pueden votar en la medida que contribuyan al mantenimiento de la red, incluso podrían votar en contra y dividir la cadena –sería el equivalente a un derecho de receso–
Sacando el caso puntual de Bitcoin como DAC, se ha sostenido que una DAC es una sociedad que vive en la nube, y que realiza funciones valiosas para sus clientes, a los que automáticamente se cobra por los servicios brindados, pudiéndose automatizar los pagos vía Dapps.
Las DACs dividirán –programarán– las tareas, diviéndolas entre las que son repetitivas y triviales, y pueden ser automatizadas mediante software; y las que requieren actividad creativa, innovación, o gestión de crisis, tareas que no pueden ser ejecutadas por computadoras, pero sí por humanos calificados que serán atraídos por incentivos, y contratados por la DAC.
El código que gobierne todas estas acciones no podrá ser modificado sin alcanzarse una mayoría determinada de usuarios o de accionistas, y tal código será públicamente divulgado. Evidentemente, los órganos de administración naturales no parecerían ser necesarios, ya que el código ha sido programado para tomar decisiones usuales de negocios, o podría integrarse el código programado con una Inteligencia Artificial entrenada específicamente en un campo de negocios particular
No es temerario afirmar que esta es la primera vez en la historia de la Humanidad que una tecnología, que está en su infancia, permitirá estructurar negocios de este modo
GARTNER, por su parte, propone un espectro de casos en la utilización de la blockchain donde identifica la siguiente evolución en tres fases:
(i) blockchain-inspired: desde 2012 a 2020, donde las soluciones de blockchain solo usan tres atributos: distribución, encriptado e inmutabilidad y hay mucha experimentación;
(ii) blochchain-complete: muy apalancada en la tokenización, en dotar de liquidez a activos ilíquidos y en los Smart Contracts, esta etapa tomará probablemente hasta 2025 en desarrollarse; y, finalmente,
(iii) enhanced-blockchain: a partir de 2025, otras tecnologías como IoT, IA y SSID se combinarán con las plataformas de blockchain, permitiendo microtransacciones entre objetos autónomos y computarizados, sin intervención humana y la utilización creciente de DAOs
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